domingo, 4 de septiembre de 2011

El año de la vaca de Márgara Averbach


Por Blanca Curia @TawyCuria

"Al principio la odiaba, la odiaba igual que Rafael. ¿Cómo no la iba a odiar? Era tan... No sé, me daba miedo hasta mirarla. Miedo y rabia. Siempre tenía los ojos brillantes y húmedos, como si estuviera a punto de llorar, pero uno sabía que no estaba triste. Es más, hasta hace dos o tres días, yo creía que jamás la iba a ver llorar. No la entendía; en el fondo sigo sin entenderla. A pesar de lo mío con Nadia, digo Celeste. Tampoco me acostumbro a ese cambio de nombre.
Pero a la Vaca, la odiaba."
Esas son las primeras palabras con las que nos encontramos en "El año de la Vaca". Palabras que nos llenan de ansias por conocer todo sobre La Vaca, ¿quién es? ¿por qué el odio? Palabras con las que empezamos a hacer suposiciones erróneas, en lo primero que esta redactora piensa es en una profesora vieja, gorda, mala, a la que claramente todos odian, pero nada más lejano a la verdadera Vaca. 
"El año de la Vaca" es relatado por 6 personajes. Los Chicos (Sebastián, Rafael, y Leo-Leonardo) y Las Chicas (Alejandra, Laura, y ¿Nadia? ¿Celeste?) Así, tal como lo transcribo es como los presenta Márgara Avervach.
La historia es la de la Vaca, o es la de ¿Nadia? ¿Celeste? Pero es también la historia de este grupo de adolescentes. Y sobre todo es la historia de un país, una historia que aún no tiene escrito el FiN. De esto nos damos cuenta en la tercera página, cuando Sebastián confiesa: "Lo de Nadia hizo que de pronto me interesaran los noticieros. Y los avisos que salen en los diarios, esos que vienen con una foto y un nombre y cuentan una historia en tres palabras. Juan Ramírez, desaparecido el 4 de abril de 1976 en..." Eso nos da la pauta de que "El año de la Vaca" puede ser cualquier año, y que la historia es la de tantos. Y queremos saber todo sobre Nadia, sobre la Vaca, sobre ese año.
Esta novela de Márgara Averbach lejos está de ser una novela panfletaria. Es la historia de 7 adolescentes, con amores, con descubrimientos, con diferencias, que un año como cualquier otro la vida les cambia para siempre cuando La Vaca los guía hacia la verdad de Nadia, de Celeste.
Averbach le dedica la historia A las abuelas de Plaza de Mayo, que conocen la historia. Y con eso es suficiente para querer hundirse en un libro apasionante, que se lee en poco tiempo, y que es ideal para compartir con hijos, sobrinos, alumos, que se identificarán con la historia y conocerán más de la otra, la historia de Celeste, la de todos.

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